viernes, 19 de junio de 2009

El absolutismo




Luís XIV de Francia, ejemplo de rey absolutista, pintura de Hyacinthe Rigaud.
El absolutismo es una forma de gobierno en la cual el poder reside en una única persona, a quien deben obedecer todas las demás, sin rendir cuentas al parlamento ni al pueblo.

Abarcó los siglos XVI, XVII, XVIII y la primera mitad del XIX, cuando las revoluciones burguesas de 1820, 1830 y 1848 acabaron con la Restauración del Congreso de Viena. Como excepción a esta caducidad del absolutismo se debe citar al Imperio Ruso, donde los zares mantuvieron su práctica hasta la Revolución Bokudaky de 1917.

La teoría del derecho divino del poder real o del absolutismo teológico nació en Francia en el último cuarto del siglo XVI y en el ambiente de las guerras de religión. Aunque en Europa la divinización del monarca nunca llegó tan lejos como en Asia (donde en algunos países se identificaba al rey con el mismo Dios) el rey siempre tuvo cierto poder sobre las iglesias nacionales a través del regalismo.


Causas del surgimiento del Absolutismo

La burguesía apoyaba la concentración del poder para estabilizar la economía dentro de todo el territorio de un Estado.

El protestantismo o Reforma protestante, iniciado por Martín Lutero distanció a un Estado como Alemania de la Iglesia y los Estados papales y disminuyó su importancia en las decisiones del rey.
La conquista de América llevó a países como España y Portugal a acumular grandes cantidades de riquezas en oro y plata (Mercantilismo) lo que demostró que el absolutismo tenía más poder sobre los países vecinos.

La necesidad de juntar fuerzas militares como en el caso de la guerra de los cien años entre Francia y el Imperio Británico obligó a los Estados a poseer un ejército regular comandado por el rey y ya no por señores feudales dispersos e incomunicados.
La crisis de la servidumbre


Principios básicos del Absolutismo


El poder es de carácter divino: la autoridad del Rey fue designada por Dios.


El Rey tiene un trato paternal con el pueblo.


La autoridad del Rey es absoluta, no debe pedirle permiso ni al Parlamento ni a los nobles para tomar decisiones.


La autoridad del Rey está sujeta a la razón.


El Rey es la ley.



Caracterizacion:




Las principales características del absolutismo fueron el rey único, vitalicio, hereditario y teocrático lo que hacía que el monarca dictara todas las leyes de acuerdo a sus intereses y la de los nobles, que estaban para aconsejar al rey en sus decisiones aunque éste siempre tenía la última palabra; el rey manejaba los hilos de la iglesia y era el jefe temporal, lo que quiere decir que manejaba la parte administrativa y todo lo que tiene que ver con sus riquezas, mientras que la parte de la fe y la creencia religiosa eran atribuidos al clero ; se practicaba una economía mercantilista en donde todo estaba respaldado en metales como el oro y la plata siendo este sistema responsable por las miserias que azotarían Europa luego y que serán cambiados por sistemas más liberales, y a su vez muy controlada para así poder cobrar los impuestos necesarios para poder mantener la acomodada vida del rey y los nobles en el Palacio de Versalles en el caso de Francia con todas sus fiestas y más de un centenar de habitaciones. En cuanto a la sociedad, ésta es estamentada

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