La Iglesia Católica e Iglesias Orientales (tanto en comunión con Roma o autocéfalas) son gobernadas por una jerarquía: los obispos dirigen regiones locales (llamadas diócesis) y nominan sacerdotes para administrar congregaciones individuales. En la Iglesia Católica, la autoridad suprema la posee el Obispo de Roma, quien es llamado "el Papa" (del Latín papa, que significa "papá"). Es electo por un Colegio de Cardenales y normalmente sirve de por vida.
Las iglesias ortodoxas y orientales pueden ser descritas como redes de iglesias de los cuales los obispos están "en comunión" unos con otros. No tienen una personería similar al Papa, aunque los Patriarcas presiden sobre ciertas partes de la iglesia. Iglesias Anglicanas también son episcopales ("dirigidas por obispos") en su gobierno.
La mayoría de las iglesias protestantes carecen del orden de jerarquías que caracteriza a las denominaciones litúrgicas. El rol de "predicadores" o "ministro" es a menudo tratado como un trabajo ordinario, en el cual muchas iglesias creen que pueden ser llenados con cualquier creyente con el suficiente conocimiento de Cristo. Otros especifican que el líder de la congregación debe haber ido a un seminario educativo relacionado o tener la sensación de haber sido "llamado" (similar a la vocación) por Dios en ese rol.
viernes, 19 de junio de 2009
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