viernes, 19 de junio de 2009

El reino de los francos

Los francos fueron una tribu procedente de Baja Renania y de los territorios situados inmediatamente al este (Westfalia), que, al igual que muchas otras tribus germánicas occidentales, entró a formar parte del Imperio Romano en su última etapa en calidad de foederati, asentándose en el limes (Bélgica y norte de Francia). Con posterioridad establecieron un duradero reino en una zona que abarca la mayor parte de la actual Francia, así como la región de Franconia en Alemania.

La palabra franco significa «libre» en el lenguaje franco. Esta libertad no se extendía a las mujeres ni a la población de esclavos que se trasladaron con los francos libres

Los primeros francos:


No se sabe mucho de los inicios de la historia de los francos. El cronista galo-romano Gregorio de Tours, autor de la Historia Francorum («Historia de los francos»), que cubre el período hasta el año 594, es la fuente principal. En ella cita a su vez como fuentes a Sulpicio Alexander y a Frigeridus (los cuales serían desconocidos de no ser por él), además de aprovechar su propia relación personal con muchos francos insignes. Aparte de la Historia de Gregorio, existen además otras fuentes romanas anteriores, como Amiano y Sidonio Apolinar.

Los francos en el Imperio romano:

Entre los años 355 y 358, el emperador Juliano volvió a encontrarse con las vías fluviales del Rin bajo el control de los francos, y una vez más volvió a pacificarlos. Roma les concedió una parte considerable de la Gallia Belgica, momento a partir del cual pasaron a ser foederati del Imperio Romano, aunque el emperador forzó el retorno de los camavos a Hamaland (un distrito ahora holandés en la actual Güeldres). Todavía hoy, en Flandes (Bélgica) y Holanda se siguen hablando el holandés, una lengua de origen germánico. De este modo, los francos se convirtieron en el primer pueblo germánico que se asentó de manera permanente dentro de territorio romano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario